Iniciar una impresión supone enviar el G-code generado a la impresora 3D. Veamos qué opciones tenemos. Durante toda la impresión de una pieza, la impresora necesita leer de forma secuencia las instrucciones G-code. Si, por cualquier motivo, la impresora no puede seguir leyendo el G-code, la impresión fallará inevitablemente. Por ese motivo es aconsejable usar una tarjeta SD o una memoria Flash USB (o similar) – la memoria está presente en todo momento en la impresora 3D y esta puede leer los datos sin interrupción. Una opción alternativa es conectar un ordenador a la impresora 3D usando (normalmente) un cable USB. Una aplicación especial, como puede ser Pronterface, alimenta de datos a la impresora 3D, incluso en impresiones que duren varias horas. Un gran problema es que es necesario que el ordenador esté en marcha todo el tiempo que dura la impresión y las cosas pueden fallar (modos de ahorro de energía, reinicios, fallo de las aplicaciones, etc.) y entonces la impresión se interrumpe, produciendo una pieza inacabada. La conexión directa a un PC no es recomendable.
Sin embargo, es posible usar un PC para esta tarea – un pequeño ordenador, tal como una Raspberry Pi con el sistema operativo Raspbian. Esta placa de desarrollo es económica y está disponible prácticamente en cualquier sitio, y puede ejecutar la aplicación Octoprint, que es una aplicación de control de impresora 3D gratuita. Octoprint ofrece control remoto, monitorización del sistema, webcam y otras muchas cosas – todo accesible a través de un interface web.
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3.8. Comenzando la impresión
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